Si miro tus ojos mi alma se apaga
y cuanto más me asomo, más me suena
una tonada de triste tambor y truena
en mi ser la sensación de ser como ráfaga
que enciende en vano en tu carne llaga;
piel que desprende amor y yerbabuena,
cruel ensalada de pasión y berenjena
en la que con gusto gastaría mi paga.
Sentido tengo por ti el amor a todas horas
y mis huesos encuentran en tí consuelo,
tal vez ni respetas ni tampoco añoras
los tiempos que lloramos nuestro desconsuelo
pintando de colores nuestro hogar a solas,
siempre prudentes, siempre sin formar revuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario